martes, 21 de septiembre de 2010

El baúl de los recuerdos.

Este es el primer post del día de hoy, porque han pasado muchos días y sobre todo tengo mucho qué decir.
La primera parte, comienza con la llegada de algo que se llamó "puente del bicentenario" que más allá de ser para mi una festividad se convirtió en una terrible serie de eventos desafortunados, que al día de hoy me tienen idiota y emocionalmente deshecha.
Lo primero sucedió el 15 de septiembre. Recibí una llamada telefónica en la que me pedían que fuera a recoger unas cajas mías que estaban en la primera casa que habité cuando llegué a vivir a esta enooorme ciudad (2001).
Así que con un poco de emoción y curiosidad, recogí las cosas, las subí a mi departamento y abrí el pasado lleno de polvo y me topé con TODO lo que fuí justo al salir de la universidad.
Lo primero que salió fué ropa. Desde la talla 36 que usé alguna vez hasta la 28 que llegué a ser en mi último año universitario.
Discos, cajas, cartas, flores secas, fotos, libros, polvo,... bla bla bla.... Aquí van un resúmen gráfico de algunos detalles curiosos...
La playerita de los delfines:
Creo que es suficientemente respresentativa de una etapa bastante importante de mi vida. Esta chistosa "playerita" de manga larga es el recuerdo más chistoso de la docena de sudaderas de exnovios que aparecieron ahí. Según recuerdo, este es uno de los motivos principales por los que aborresco el futbol. Y aunque recuerdo que cuando ese personaje y yo fuimos novios, él no jugaba en los "delfines de xalapa" pero gracias a él si me chuté casi todos sus partidos y además veía ese deporte que el día de hoy me causa salpullido extremo.
Me prestó su playerita en una de esas noches que pasamos juntos diciéndome "es mi favorita"... (crickit, crickit) y hasta el día de hoy no recuerdo por qué jamás se la devolví; quizá por eso.
También localicé muchas sudaderas lindas de esas que son grandes y calientitas y que en su momento te hacen sentir siempre abrazada de la persona "en ese momento amada". Bueno. Esa relación terminó en el 2000 y gracias al dolor que eso me causó decidí mudarme de ciudad y comenzar una nueva vida desde cero. Error #1 cargar con la playerita para que apareciera repentinamente 9 años después. Ooops.!

La primera manualidad:
Pues sí. En aquel entonces, y teniendo mi primer empleo en el que con trabajo (mucho trabajo) me pagaban 2 mil pesos mensuales. Era casi imposible hacer compras compulsivas y/o relajantes. Además pasaba mucho tiempo encerrada porque obviamente no podía gastar casi en nada.
Una de esas tardes de nada que hacer y con unos jeans rotos, se me ocurrió la brillante idea de pasar el rato haciendo una bolsa "coqueta" para los fines de semana en donde pudiera meter más que nada libros, revistas y chucherías para llevar a mi sobrino al parque. Fué mi primera manualidad. Hilo, aguja, tijeras e imaginación... y 9 años después ese retazo de pantalón seguía guardado sin que se hubiese roto ni una sola costura. SI todo lo cosí a mano. Qué taaaal!!!!

La típica servilleta con el teléfono de alguien:

Obviamente siempre en las bolsas quedan cosas guardadas. Y además de encendedores, plumas y uno que otro lipgloss seco me encontré la famosa servilletita con el celular de?.... no sé porque no le puso nombre. Lo que me hace pensar que tampoco le llamé jamás pero si me hace recordar que en ese entonces sí salía, si coqueteaba, sí recolectaba números y jugaba a no llamarles.
Tiene taaaanto tiempo que algo así no me pasa que bueno... por qué no tomarle una foto antes de mandarlo... directamente a la basura.



Una de tantas cartas:
Ufff... pues si, como era de imaginarse me encontré viejas "loveletters" pero si elegí esta en particular es porque es bastante curiosa por muchas razones.
En el verano del 2001 conocí a un escocés en CanCun, era bastante agradable, platicabamos de música mucho, y sí... nos besuquéabamos divinamente en una versión "light" de gringo en spring break. Terminó el verano, compartimos teléfono, direcciones postales (siiiiii todavía en ese entonces se compartían las direcciones postales) y también mail. Obviamente y como siempre sucede jamás pensé en que volvería a saber de él. Cuál fué mi sorpresa que un par de semanas o quizá un mes después recibí una cajita desde Escocia, con muuchos regalitos, un gorrito, un muñeco, discos y esta carta.
Estuvo raro darme cuenta del poder de coquetería y/o flirteo que manejaba en ese entonces pero bueno. Tenía 22 años y justo eso era lo que tenía que hacer no? Conocer el mundo. Y vaya que lo conocí. Sólo no recordaba haber hecho un "tour" por Escocia.

En fin... después de haber visto todo lo que ví, de recuperar algunos libros que sí extrañaba decidí ser generosa regalar TODA la ropa que ahí estaba y lo demás se fué directo a la basura. Si no me hizo falta en 8 años, seguramente no me va a hacer falta nunca más. Lo que si me costó trabajo es darme cuenta de cuánto tiempo ha pasado, que aún no he hecho nada importante con ese tiempo, que ahora mi liquidez es un poco mejor, y sobre todo que casi toda la ropa de aquel entonces me queda enorme así que como los vinos... me hago más buena.


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