miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cosas sin sentido

Terrible noche de insomnio por dolor en el brazo izquierdo. En ese que llevo ya no se cuantas operaciones y obviamente espero con todas mis fuerzas que sea uno de eso dolores que causa el clima en las "fracturas viejas" y no que sea algo más... o quirúrgico.
Tres horas definiendo atuendo, entre el cinturón rojo, el blanco, el negro, la falda y mis ansias de tener la cintura chiquita.
Impotencia al tener únicamente 365 pesos en mi cuenta bancaria y darme cuenta que los zapatos de tacón que llevé a la reparadora no quedaron "firmes" y que o camino con cuidado o me rompo un pie.
Nervios terribles de haber "abierto la bocota" ayer pero una especie de calma rara por pedir disculpas sin esperar nada más que dejar de cargar con una culpa egoísta y soberbia.
Una canción de Fito que hizo rodar dos lágrimas, deshacer mi maquillaje mañanero y sobre todo sentir la "mariposa technicolor" justo en la boca del estómago aterrorizada por enfrentar mi terror al compromiso.
Mensajes extraños de hombres extraños invitandome a salir. Cosa que no sucedía nunca y en dos días hay dos invitaciones que no quiero aceptar.
6 llamadas pendientes, de temas difíciles pero que haré posibles.
Frío con sol. Dolor de garganta. Terapia a las 8. Desborde de ríos. Responsabilidad extrema. Sentimientos pasmados.
Esperar, ... paciencia.... esperar; invocar la calma. Calmar los nervios. Café frío. Monitoreos a distancia. Bipolaridad de ideas, y emociones. Frío.
Dolor de brazo izquierdo.
Penúltimo día de septiembre.... Deseos de mejor suerte para el mes que sigue.
Y ya

martes, 28 de septiembre de 2010

Un martes cualquiera

Ayer mi edificio se quedó sin agua. Y sí; por respeto a los demás decidí quedarme en casa hasta que surtieran el "vital líquido" y pudiese bañarme. Al mismo tiempo mi vanidad era superior a mi responsabilidad y no me permití salir de casa con la cantidad de canas que brillaban fluorecentemente en mi frente.
Quería un cambio, así que ahora mi cabello porta un tono castaño oscuro cobrizo que no me acaba de convencer porque la raíz es de un tono y mientras bajas la mirada te das cuenta que las puntas son ligeramente más oscuras. Hoy no me causa conflicto pero seguramente con las lavadas tendré que tomar una decisión importante, (como ir a un lugar donde verdaderos profesionales arreglen el desastre).
Otra vez mi jefe decidió que era buena idea traerme de llavero. Me citó a las 11 para "platicar" (7 minutos) del asunto pendiente, luego me chuté la visita del presidente de Líbano y cuando ya me iba a mi oficina me detuve un rato platicando y mi día se iluminó al ver a un hombre espectacularmente guapo con toda la pinta de guardaespaldas y si,.... era uno de los guardaespaldas de dicho mandatario. Vaya! qué cosa tan bella, y tan alto!! Y con unos ojos tan bonitos.... y tan coqueto.... Que si, me dieron ganas de proponerle jugar al guardaespaldas aprovechando su parecido mejorado a Kevin Costner y yo hacía el sacrificio de broncearme y hacer como que canto como Whitney....
En fin. Volví a mi realidad, aún tengo un chingo de trabajo y aún no puedo destrabar el asunto laboral que tengo pendiente. Tampoco mi asunto personal.
Y si, tengo mucha hambre, pero hoy, después de la mañana que pasé llegué a la conclusión de que debo; por motivos laborales, bajar más de peso.... cuidar mi cuerpo, incluso creo que invertir en algunas cremas mágicas debe ser opción porque la lonja de la aleta (la qu se encuentra ubicada justo debajo del brassiere) me molesta. También siento la enorme necesidad de reafirmar mis glúteos.... La gravedad está haciendo efectos y tengo que contrarrestarlos.
En fin. Un día normal....  Pero si. Tengo hambre :(

jueves, 23 de septiembre de 2010

El mundo antes de las 8 am

Siempre he sido madrugadora. Aunque siempre me vuelvo a dormir. Elegí por gusto uno de esos trabajos en los que tanto mi horario de entrada como de salida es variable; por lo tanto no tengo mayor problema en esperar a que la hora del tráfico disminuya lo suficiente como para hacer el recorrido lo "más" tranquilo posible.
Y pongo "más" entre comillas porque siempre me topo con una manifestación o cosas de esas que desquician y me hacen tardarme en ocasiones hasta media hora más para llegar al trabajo.
Pero bueno... hoy mi jefe me pidió que lo acompañara a una reunión a las 9 am. Pero muy amablemente decidió que era una buena idea que desayunaramos juntos a las 8.15.
Para ser puntual tuve que despertar antes de las 6 de la mañana (horario en el que únicamente despierto para tomar un vuelo) y salir con muuucho tiempo de anticipación porque desconocía las "condiciones de clima y tráfico" para este rumbo.
Pero bueno... hoy comprendo que el mundo de las 7 de la mañana es totalmente distinto al mundo en el que yo vivo. La gente es muucho más hostil, huraña, agresiva.
Los conductores de las 7 de la mañana son como una arma mortal o una bomba de tiempo, en cualquier momento se te avientan con fuerza, te empujan inesperadamente y son dignos de regalarnos casi cualquier enfrenón inesperado simplemente para probar nuestros reflejos o darnos "azúcar" del puritito susto.
Hoy pude notar que hay escuelas en todas partes y que los padres de familia estorban, deberían de dar educación en casa para desahogar el tráfico.
Afortunadamente llegué a mi cita justo a la hora establecida. 8.15 am y yo ya estaba sentada en la mesa esperando la llegada de mi jefe, cargando millones de papeles porque no sabía exactamente cuál era la razón por la que decidió invitarme a desayunar.  


Y ahí estaba yo. Tomando cantidades industriales de café y espere, espere, sin dejar de ver esta puerta con la urgente necesidad de que se abriera y apareciera mi jefe para poder saber qué diablos quería!. No llegaba, el tiempo pasaba, me desesperé y lo regañé vía txt msj. Pedí de desayunar.
Llegó 8.40, la reunión siguiente era a las  9 am y sólo tuve 15 minutos para preparar al "aire" la presentación de la reunión, e insistitirle en que ya era tarde.
Mientras eso pasaba, yo pensaba... calma, calma, toma un vuelo a las 13.30, sólo tienes que aguantar hasta esa hora.
Llegamos a la reunión a las 9.30 (se ve que la puntualidad es algo que usa a su conveniencia si y sólo si sea para regañar a los demás) y lo que estaba programado para durar 1 hora se extendió a 2.
Afortunadamente, y a pesar de que lo preparé a él al "vuelo", iba lo suficientemente bien informado como para acordar lo que queríamos independientemente de todos los contras que nos pusieron.
Terminó la reunión, me dió un aventón a mi auto y él (obvio después de darme una lista enorme de pendientes) se despidió de mí y se dirigía al aeropuerto.
Error!.......  15 minutos después me pidió que cambiara oooootra vez el vuelo para el último de la noche y que preparara todo para una nuva reunión para las 17 hrs.
y aquí estoy. Sentada en mi esritorio inentando despejarme un poco porque ya no encuentro ni pies ni cabeza a lo que tengo que hacer, tratando de mantener los ojos abiertos y con toneladas de trabajo.
Eso si.... totalmente convencida de que el mundo de antes de las 8 am, hace el resto del día desagradable.

martes, 21 de septiembre de 2010

El baúl de los recuerdos.

Este es el primer post del día de hoy, porque han pasado muchos días y sobre todo tengo mucho qué decir.
La primera parte, comienza con la llegada de algo que se llamó "puente del bicentenario" que más allá de ser para mi una festividad se convirtió en una terrible serie de eventos desafortunados, que al día de hoy me tienen idiota y emocionalmente deshecha.
Lo primero sucedió el 15 de septiembre. Recibí una llamada telefónica en la que me pedían que fuera a recoger unas cajas mías que estaban en la primera casa que habité cuando llegué a vivir a esta enooorme ciudad (2001).
Así que con un poco de emoción y curiosidad, recogí las cosas, las subí a mi departamento y abrí el pasado lleno de polvo y me topé con TODO lo que fuí justo al salir de la universidad.
Lo primero que salió fué ropa. Desde la talla 36 que usé alguna vez hasta la 28 que llegué a ser en mi último año universitario.
Discos, cajas, cartas, flores secas, fotos, libros, polvo,... bla bla bla.... Aquí van un resúmen gráfico de algunos detalles curiosos...
La playerita de los delfines:
Creo que es suficientemente respresentativa de una etapa bastante importante de mi vida. Esta chistosa "playerita" de manga larga es el recuerdo más chistoso de la docena de sudaderas de exnovios que aparecieron ahí. Según recuerdo, este es uno de los motivos principales por los que aborresco el futbol. Y aunque recuerdo que cuando ese personaje y yo fuimos novios, él no jugaba en los "delfines de xalapa" pero gracias a él si me chuté casi todos sus partidos y además veía ese deporte que el día de hoy me causa salpullido extremo.
Me prestó su playerita en una de esas noches que pasamos juntos diciéndome "es mi favorita"... (crickit, crickit) y hasta el día de hoy no recuerdo por qué jamás se la devolví; quizá por eso.
También localicé muchas sudaderas lindas de esas que son grandes y calientitas y que en su momento te hacen sentir siempre abrazada de la persona "en ese momento amada". Bueno. Esa relación terminó en el 2000 y gracias al dolor que eso me causó decidí mudarme de ciudad y comenzar una nueva vida desde cero. Error #1 cargar con la playerita para que apareciera repentinamente 9 años después. Ooops.!

La primera manualidad:
Pues sí. En aquel entonces, y teniendo mi primer empleo en el que con trabajo (mucho trabajo) me pagaban 2 mil pesos mensuales. Era casi imposible hacer compras compulsivas y/o relajantes. Además pasaba mucho tiempo encerrada porque obviamente no podía gastar casi en nada.
Una de esas tardes de nada que hacer y con unos jeans rotos, se me ocurrió la brillante idea de pasar el rato haciendo una bolsa "coqueta" para los fines de semana en donde pudiera meter más que nada libros, revistas y chucherías para llevar a mi sobrino al parque. Fué mi primera manualidad. Hilo, aguja, tijeras e imaginación... y 9 años después ese retazo de pantalón seguía guardado sin que se hubiese roto ni una sola costura. SI todo lo cosí a mano. Qué taaaal!!!!

La típica servilleta con el teléfono de alguien:

Obviamente siempre en las bolsas quedan cosas guardadas. Y además de encendedores, plumas y uno que otro lipgloss seco me encontré la famosa servilletita con el celular de?.... no sé porque no le puso nombre. Lo que me hace pensar que tampoco le llamé jamás pero si me hace recordar que en ese entonces sí salía, si coqueteaba, sí recolectaba números y jugaba a no llamarles.
Tiene taaaanto tiempo que algo así no me pasa que bueno... por qué no tomarle una foto antes de mandarlo... directamente a la basura.



Una de tantas cartas:
Ufff... pues si, como era de imaginarse me encontré viejas "loveletters" pero si elegí esta en particular es porque es bastante curiosa por muchas razones.
En el verano del 2001 conocí a un escocés en CanCun, era bastante agradable, platicabamos de música mucho, y sí... nos besuquéabamos divinamente en una versión "light" de gringo en spring break. Terminó el verano, compartimos teléfono, direcciones postales (siiiiii todavía en ese entonces se compartían las direcciones postales) y también mail. Obviamente y como siempre sucede jamás pensé en que volvería a saber de él. Cuál fué mi sorpresa que un par de semanas o quizá un mes después recibí una cajita desde Escocia, con muuchos regalitos, un gorrito, un muñeco, discos y esta carta.
Estuvo raro darme cuenta del poder de coquetería y/o flirteo que manejaba en ese entonces pero bueno. Tenía 22 años y justo eso era lo que tenía que hacer no? Conocer el mundo. Y vaya que lo conocí. Sólo no recordaba haber hecho un "tour" por Escocia.

En fin... después de haber visto todo lo que ví, de recuperar algunos libros que sí extrañaba decidí ser generosa regalar TODA la ropa que ahí estaba y lo demás se fué directo a la basura. Si no me hizo falta en 8 años, seguramente no me va a hacer falta nunca más. Lo que si me costó trabajo es darme cuenta de cuánto tiempo ha pasado, que aún no he hecho nada importante con ese tiempo, que ahora mi liquidez es un poco mejor, y sobre todo que casi toda la ropa de aquel entonces me queda enorme así que como los vinos... me hago más buena.


Repentino e inusitado cambio de planes.

Hace un rato escribía alguna que otra tontería que sucedió durante el laaargo puente del bicentenario. Obviamene haciendo uso de mi multifuncionalidad porque al mismo tiempo seguía la sesión, checaba documentos, arreglaba un asunto atorado desde hace un año y la mañana fluía con la tristeza habitual de haber terminado hace dos días una relación infinita, y con el típico recurso de distracción que es precisamente hacer mil cosas a la vez.
*Pliiiin* sonó mi celular.... y de ese número del que no debía contestar, llegó un mensaje solicitando mi ayuda.
Sí, sí... puedo parecer un poco ingenua pero realmente pensé que el contacto era por algún asunto laboral y obviamente con eso de no mezclar los negocios con el placer, contesté y dije "si, dime".
Lo demás fueron mensajes con un texto que en ningún lugar podía notar que se requiriera de mi intervención para algo.
Ahí llegó la estocada final. Por respeto a mi dignidad, no haré comentarios sobre lo que me dijeron. Pero lo que si quiero hacer es expresar exactamente cómo me sentí.
Basura!.... Justamente eso.
Ya me sentía lo suficientemente vacía, triste, jodida y rota. No necesitaba más. No merecía que me insultaran de ese modo. Que me recalcaran la idea de que todo llegó a su fin. No necesitaba que me leyeran en voz alta las letras chiquitas que claramente informan que el contrato está terminado y que este terrible dolor es parte de la compensación por haber fallado al mismo.
No necesitaba eso.
Hice todo todo todo lo posible por demostrar que no soy una mujer como las demás. Por hacer evidente con hechos que jamás me interesó el dinero ni mucho menos las cosas materiales con las que alguien pretendiera demostrar su "afecto" (y uso esa palabra porque dudo mucho en cualquiera que signifique algo más intenso).
Mucho menos necesitaba que me restregaran en la cara que esos objetos materiales eran la manera de lavar las culpas por no sentir lo mismo.
Estoy tan herida que no puedo respirar. Siento un profundo vacío en el pecho que no deja pasar el aire. Me duele la cabeza y tengo taaanto trabajo en el que sí es bueno concentrarme, pero no puedo.
Me siento pateada, herida, jodida....
Mi mamá siempre me dijo. Jamás aceptes nada material de un hombre, porque siempre va a querer cobrarse. Hoy esa frase tiene un significado aún más doloroso.
Lamento mucho ser tan digna..... Pero no me voy a quedar así.
Espero poder hacer lo que pretendo pronto y sobre todo. Demostrar por última vez con UN solo hecho: "que yo no soy el tipo de mujer al que estás acostumbrado a tratar".

lunes, 13 de septiembre de 2010

Como niña héroe....

13 de septiembre... Sí. Bicentenario y esas cosas.... Y no olvido que se supone que hoy es el día de los niños héroes.
Bueno... el punto. Fin de semana raro... Productivo en cierto modo, porque poco a poco voy avanazando en mis proyectos para "hacer dinero".
Lo demás... ha sido literalmente un torbellino. No se califica, pero pinta para interesante y quizá en cierto modo "idependiente" por aquello de que se acerca el 15.
En fin... hace un rato me agarró la confusión y me dieron ganas de jugarle a la "niña héroe", envolverme en papel de bolitas de plástico y aventarme desde el piso 15.... Pa'conmemorar el día no?
(tampoco es tan grave)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El implacable poder de Murphy

Esta mañana desperté lo más temprano que pude. Desafortunadamente todos los esfuerzos fueron en vano ya que el tráfico de esta amada urbe hizo que mi recorrido a la oficina fuera de una hora con 50 minutos cuando normalmente únicamente hago 40.
En el trayecto recibí la llamada de una amiga, de la cual me distancié hace un par de meses ya que ella en su genuina preocupación por mí, me dijo un par de cosas que no me gustaron y yo reaccioné diciendole que a partir de ese día simplemente ese tema estaba vetado entre nosotras.
De ahí en adelante un par de malentendidos sumados a la poca paciencia que la convalecencia de mi trastorno hormonal me generó, me dieron todo el poder de decidir no hacer nada para aclarar nada.
Así que durante dos meses, ni nos llamamos, ni nos escribimos, y yo levemente me enteré de sus problemas laborales vía facebook.
Así que hoy, justo a las 9 de la mañana, cuando mi semana es caótica y me encontraba atrapada en el tráfico, ella llamó para que platiquemos mañana antes de que ella se vaya a España con el novio con el que ya lleva un año.
Colgamos.
Mientras seguía atrapada en el tráfico me dió muucho gusto por ella. Pero confieso que sentí envidia porque tiene ya un largo rato que a mi no me pasan esas cosas padres cursirománticasmelosas que son dignas de compartir por teléfono con una amiga mientras estamos atrapadas en el tráfico.
Llegué al estacionamiento. Me bajé del coche y me percaté de que el cierre de mi pantalón estaba abierto. Por tratar de subirlo discretamente, atoré mi tacón de 10 cms. en un hueco de la maravillosamente pavimentada banqueta y me doblé el pié.
Así que crucé la calle, intentando disimular con mi bolsa el asunto del cierre, dando brinquitos por el doblón de pié y contestando el teléfono en el que ya habían 2 mil doscientos pendientes y mientras trataba de subirme al elevador, justo atrás de mi un cristiano venía respirandome en la nuca y al quitarme se quedó ahí parado, viendome como si yo fuera pollo en vitrina de rosticería. Era obvio que para esa hora mi paciencia en general estaba siendo un reto de concurso para Murphy.
Obvio perdí el elevador y tuve que esperar otro, para llegar y toparme con otra tonelada de papeles, llamadas, y 3 asuntos de suma importancia qué resolver antes de las 12 del día.
Si yo pensé que agosto fué un mes difícil; jamás me imaginé las sopresas que tendría Murphy guardadas para mí para el bicentenario. (porque además hoy me mandaron el mapita en el que me avisan qué tendré que teletransportarme de mi casa a mi oficina porque cerrarán todos los accesos)
Será que tenga paciencia para lo que sigue? No lo se. Por el momento me duele el tobillo derecho, me quité los zapatos, tengo que hacer un boletín que se le acaba de ocurrir a mi jefe. Mañana hay una reunión a la que si le tengo muucho miedo, pero hoy tengo terapia. Eso, si el tráfico y mis pendientes me permiten llegar a tiempo.
Gracias Murphy, eres un ángel.

(Chelle, BTW, feliz cumple!!!! tecueme a lot!)

martes, 7 de septiembre de 2010

Día malo. Malo, malo, malísimo

Todo comenzó muy mal, cuando desperté aún sintiendome bastante mal de gripa; era bastante tarde, y obviamente junté todo el poco ánimo que los mocos me brindaron para poder venir a trabajar.
Desde que llegué, llamada tras llamada. Primero la repatriación de un cuerpo, después darles la noticia a los familiares que en 36 hrs de viaje desde Texas hasta Cárdenas, Tabasco;  tendrán a su familiar pero que en el accidente en el que murió, su cuerpo quedó deshecho y que por ningún motivo podrían abrir la caja para verlo por última vez. Cuando su mamá me llamó y me dió los datos, me dijo que justo hoy su hijo estaría cumpliendo 25 años. Así que fué horrendo, llamarle a la hermana, dandole fríamente la información y suplicandole que recordaran a su hermano tal y como lo vieron antes de partir.
Después de eso, nuevamente recibí al Ing. que sigue teniendo la fórmula mágica para evitar inundaciones pero que nadie lo quiere escuchar. Llegó con el mismo traje raído, el mismo portafolio desgastado y el mismo discurso de siempre.
Llamadas, llamadas y más llamadas. La niña con leucemia sin recursos, las inundaciones, la reunión de protección civil, los boletines, mi asistente con problemas personales y su necesidad de pedir consejo, y justo en medio las exigencias tontas de la esposa de mi jefe y por qué no; mi jefe mismo pidiendome una recomendación de un restaurante italiano aquí cerquita con reservación ahorita.
Después, problemas con el ahora monopolio de aeromexico, conseguir viajes imposibles a precios inalcanzables y sin que el cosmos me brinde el poder de convertir post its en fajos de dinero para poder resolver asuntos y sobre todo ayudar a tanta gente.
Y entre todo eso, por qué no? La llamada de mi ajustadora de seguros para recordarme que el diá de mañana pasarán por el pago semestral de mi seguro de gastos médicos, lo que significa seguro que este mes tampoco pagaré el teléfono de casa.
Cosas más, cosas menos, algunas que no puedo escribir, y sobre todo entre doscientos cof cof's, media caja de kleenex, dos tazas de té y 4 aspirinas efervecentes, el día de mañana pinta mucho peor. Aún no sé cómo voy a resolver determinados problemas que sin Rivotril seguramente me quitarán el sueño y me impidirán llegar a la reunión de mañana a las 8.30 de la mañana.
Desperté con gripa y mocos, pero con un panorama completamente distinto, y el día se complicó tanto que justo en este instante sigo sentada en mi escritorio pensando cuáles deben ser las palabras indicadas para notificarle a mi jefe la bola de nieve que se nos viene encima.
No he comido, tampoco tengo hambre, pero realmente deseo un abrazo y sobre todo el día de hoy un reconfortante "todo va a estar bien" y al contrario. Tendré que llegar a mi casa, a levantar todo lo que dejé regado por el piso por haberme despertado tarde, a saludar a mi oreganón y mi albahaca, a tomarme una pastilla y a esperar un poco de iluminación divina para poder sacar esta semana adelante, entre mi propio concierto de cof cof y atshuuu. Vaya mes Patrio!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Creatividad compulsiva

En la enorme necesidad de ocupar mis fines de semana en algo más que pensar en tonterías. El viernes por la noche se me ocurrió la brillante idea de comenzar un nuevo proyecto.
Ayer por la mañana me desperté temprano y fuí por todos los "materiales" necesarios para poder llevarlo a cabo.
Fué así como llegué al "paraiso de las herramientas" Home Depot, en dónde más allá de encontrarme gente interesante, me perdí entre tubos de PVC, llaves para baño, y me encontré con un descuentazo en W.C's.
Entre que si y que no, encontré dos cosas que quería y después de 3 horas esperando a que me cortaran una lámina de madera (que en este instante no tengo la más remota idea de qué hacer con ella), busqué clavos, tornillos, pegamento, pinturas, e incluso estuve a nadita de comprarme un taladro hasta que le llamé a mi vecino preguntando si me podría prestar el suyo (neta, no sé ni cómo ni para qué necesito un taladro) pero como sin ser dueña de mis pensamientos y compulsivamente, llene un carrito hasta que salí de ese enooorme y "mágico" lugar.
Llegué a mi casa, obviamente no podía ni siquiera bajar tanta madera del coche y es más, insisto en este instante no tengo la más remota idea de para que pedí tanta mamada y sobre todo que voy a hacer con ella o dónde diantres voy a meterla! (dónde está la creatividad y la vena "artística" cuando hace falta?)
Pero lo que si pude hacer fué utilizar una cosita que me encontré que se llama "magic cover" en un intento desesperado de remodelar en esta ocasión mi recámara.
Tengo una cajonera, herencia súper agradecida de mi amiga "Chelle", pero ya no me gustaba la combinación de colores que tenía mi habitación así que comencé por esto.
Si, si... se nota que no tengo naaada que hacer, y ayer pude terminar todo el frente antes de que me venciera el casancio pero seguramente hoy termino lo demás, y si la creatividad fluye espero poder usar la imaginación para ocupar un poco de esas tablas. Por favor. si alguien sabe ¿qué hacer con ellas? se agradecerán infinitamente las sugerencias =)
A ver cómo transcurre este domingo lluvioso.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Skinny Jeans


Si... el fin de semana pasado por primera vez en mi vida decidí intentar probarme unos skinny jeans (o pantalón pitillo) esos que parecen como mallones y de las piernas, sobre todo del tobillo son tan angostos que con trabajo y puede uno meter el pié.
Entré!! Me quedaron. Y ya con botas encima, se disimula mucho el no agradable "trompo de taco" look así que decidí comprarmelos y hoy los porto con muucho orgullo.

Ha sido un sueño porque mis piernas siempre han sido gordas, grandes, gruesas, robustas, macizas o cualquier adjetivo que podamos agregar para enfatizar que si... mis piernas no tienen la dimensión que a mi me gustaría. Pero con el paso del tiempo y con el uso de distinto o más bien todo tipo de productos y dietas. Hoy me siento feliz en mis skinny jeans!! ASí que por lo pronto; eso alivia un poco el dolor de corazón.

jueves, 2 de septiembre de 2010

El nuevo hogar

Desde hace ya algún tiempo he llevado un blog con carácter de diario personal en el que no he tenido reparo en escribir cualqueir pendejada, anécdota o situación que se me o me ocurre. Desafortunadamente el día de hoy tuve que hacer una mudanza y comenzar desde cero porque algunas de las cosas que escribí fueron leídas por alguien a quien llamaba "novio-no-novio" y eso me causo no sólo un malentendido enooorme sino que también uno de los dolores má grandes que he sentido en mis 31 años de vida.
Comienzo en una página en blanco, con un fondo nuevo y con más privacidad que antes por dos motivos, la primera para no ser rastreada con facilidad y la segunda para tener más libertad a la hora de decir lo que se me ocurra.
Agradezco a las personas que tengan el tiempo y las ganas de seguir este diario, mismo que es una ventana abierta no sólo a mi vida, sino a mi corazón y a mis sentimientos. Y espero honestamente que en esta etapa todo salga muucho mejor.